El hipérico, una planta maravillosa

El hipérico o hierba de San Juan es una planta perenne originariamente europea, pero que en la actualidad se encuentra en otros muchos lugares del mundo y que crece sobre todo en terrenos secos, sobre todo en los bordes de caminos, prados y bosques. En general, consigue llegar a 40 a 90 cm. de estatura, tiene un tallo principal erecto que se va ramificando. Las hojas son pequeñas y ovaladas y tienen unos puntitos muy pequeños que cuando se miran a trasluz parecen agujeros, de aquí toma el nombre latín de “perforatum” aunque estos puntos en realidad son glándulas que contienen principios activos de la planta.

Las flores son de un color dorado muy bonito y por su forma y color es muy fácil de identificarla en el campo. En nuestras comarcas florece a partir de mayo pero a finales de junio por el solsticio de verano es cuando está en toda su plenitud, se cree que de aquí toma el nombre de Hierba de San Juan.

La hierba de San Juan lleva utilizándose como hierba mágica y medicinal desde tiempos ancestrales. Algunas fuentes dicen que antiguamente se le atribuía la propiedad de ahuyentar los malos espíritus. Había una costumbre que perduró durante muchos siglos, de colgarlo sobre el dintel de puertas y ventanas para evitar que entraran malas influencias. Hay quién cree que la costumbre de colgar palmas y palmones en balcones y ventanas es reminiscencia de estas tradiciones tan antiguas.

Era habitual durante la edad media de quemar ramos de hipérico en las casas para protegerlas y tanto se creía en estas propiedades que uno de los nombres de la planta es “espanta demonios”, haciendo una referencia clara a dicha creencia. Dado que se pensaba que las enfermedades eran producidas por estados mentales y anímicos debido a influencias externas, (y no iban desencaminados en esta teoría), cuando una persona estaba triste, depresiva o melancólica, se le hacía tomar hipérico, con la creencia de que la ayudaría, de una manera física y espiritual.

Son diversas las acciones medicinales de esta planta. Popularmente y debido a su acción vulneraria se la utiliza para curar todo tipo de golpes y quemaduras, alguno de sus nombres lo indica: “hierba de las heridas” o “hierba militar” empleada tradicionalmente en uso tópico. Para ello se puede elaborar un aceite de con la planta poniendo a macerar hipérico fresco en aceite de oliva dejándolo durante 40 días a sol y sombra, toma un color rojizo pasados esos días y ya se puede utilizar.

Tiene unos efectos muy importantes en la piel: quemaduras, rozaduras, grietas, heridas, ampollas, descamaciones las mejora en cuestión de pocos días, incluso hay personas que la utilizan como aceite antiarrugas para el contorno de ojos. Se tiene que tener la precaución de que no toque el sol en la zona donde se aplica pues podrían salir manchas en la piel.

Pio Font Quer el importante científico que nos dejó sus inmensos conocimientos sobre las plantas, en su libro “El Dioscórides renovado”, hace referencia a las propiedades vulnerarias, antiinflamatorias externas y internas digestivas, pero no hay ninguna mención a las cualidades antidepresivas, pues en el año que lo editó 1961 todavía no había información sobre esta actividad.

El doctor Helmut Woelk de la Universidad de Giessen (Alemania) dirigió una investigación entre junio de 1997 y abril de 1998 sobre los efectos de esta planta; estudiaron a 324 pacientes (la mayor muestra seleccionada en un estudio de estas características) con depresión leve o moderada, procedentes de 40 clínicas alemanas.

La mitad del grupo consumió hipérico y, el resto imipramina en la dosis recomendada de (150 mg al día).  El tratamiento se llevó a cabo durante seis semanas. La evolución de los dos grupos de pacientes fue similar.

De las conclusiones del estudio de Woelk extraemos: “el hipérico se tiene que considerar como tratamiento de primera línea en la depresión leve a moderada, especialmente en el ámbito de la atención primaria”. Entre sus componentes activos se encuentran naftodiantronas: hipericina, pseudohipericina, isohipericina, protohipericina. Flavonoides. Derivados del floroglucinol: hiperforina, adhiperforina. Aceite esencial. Taninos. Fitosteroles y cumarinas. Se había creído inicialmente que la hipericina, era el componente psicoactivo de la planta pero actualmente se piensa que los efectos principales son debidos a la hiperforina que actúa en el aumento de la cantidad de neurotransmisores del cerebro que afectan el humor, especialmente la dopamina y la serotonina.

Se recomienda esta maravillosa hierba en caso de depresión leve, irritabilidad, estrés, ansiedad y alteraciones del estado de ánimo. Se puede administrar en hierba, extracto o en comprimidos. Se tiene que tener en cuenta que esta planta tiene una acción fotosensible y las personas que la toman no tienen que exponerse al sol, pues pueden aparecer manchas en la piel. Como recomendación importante se aconseja no tomar hipérico si se está tratando con fármacos antidepresivos.

Montserrat Alsina Márquez

2 comentarios

  1. Paublina Villalba Responder

    Muy bueno, no sabía que me estaba pasando, desde hace muchos tiempos vengo sufriendo de insomnio, ansiedad, y hace dos días empecé a tomar hipérico, ahora estoy con ánimo de hacer algo y duermo. Gracias por crear este sitio tan útil.

    • gremi Autor de la entradaResponder

      Buenos días Paublina, nos alegramos mucho de que te haya sido útil esta información, lo que nos dices recompensa nuestro trabajo. Saludos muy cordiales.

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