Los suplementos naturales son un aporte extraordinario de nutrientes para los momentos en que el organismo pueda estar más débil y también para afrontar aquellas enfermedades típicas de los meses más fríos del año. Revelamos los que más se utilizan y sus propiedades.
Una alimentación equilibrada y sana, evitar los alimentos y ambientes tóxicos, el bienestar emocional y el ejercicio físico moderado y regular son la base para tener una buena salud, pero desgraciadamente, la sociedad moderna cada vez se aleja más de estos principios básicos y simples.
Para tener una alimentación equilibrada y sana deberíamos poder obtener todos los nutrientes que requiere nuestro cuerpo a través de los alimentos que ingerimos cada día, es decir, de las frutas, verduras, legumbres, pescado, carne, etc. pero debido al sistema de explotación extensiva del campo, los aditivos añadidos y los contaminantes y tóxicos ambientales, a veces estos alimentos no llegan a nuestra mesa en su estado óptimo. Si añadimos nuestro estilo de vida: el estrés, la contaminación ambiental y la falta de ejercicio, nuestro cuerpo, en determinados momentos, puede requerir un aporte extra de nutrientes.
Los suplementos naturales pueden ser unos buenos aliados para mantener un cuerpo saludable, hay que tener en cuenta, sin embargo, que éstos son un complemento de la dieta y se deben ajustar a las necesidades específicas de cada persona con el fin de compensar el déficit que puede ser por diversas causas.
Los suplementos naturales pueden ayudarnos a recuperar la energía y la vitalidad
Si pensamos en los resfriados, afecciones respiratorias, o la gripe, los suplementos naturales tanto nos pueden ayudar a reforzar el sistema inmunitario para evitar estas enfermedades, como para vigorizar nuestro organismo en caso de que ya las padezcamos, por lo que se podrá aliviar los síntomas e incluso reducir la duración del proceso. También son pueden ser muy beneficiosos después de sufrir alguna enfermedad que nos haya debilitado, permitiendo una más rápida recuperación de energía y la vitalidad.
Es importante saber que los complementos nutricionales se deben tomar regularmente, durante un tiempo mínimo de un mes y, normalmente con una duración máxima de tres meses; en su mayoría son compatibles con cualquier otra medicación, pero aun así, se recomienda consultar con algún profesional de la salud. Está comprobado que las personas que complementan su alimentación con determinados suplementos de forma regular mantienen un mejor estado de salud y tienden a sufrir menos enfermedades estacionales como por ejemplo los resfriados.
Los suplementos naturales se deben escoger dependiendo de las necesidades de cada persona
A la hora de elegir un suplemento debemos tener en cuenta varios factores como la edad, el sexo, el tipo de dieta que seguimos, nuestro estado emocional, si hacemos ejercicio o no, si sufrimos estrés o astenia, o si tenemos alguna enfermedad puntual o crónica.
Los suplementos naturales más comunes para los resfriados y la gripe
Aquí hacemos una breve descripción de aquellos suplementos más comunes y sus beneficios; en el mercado se pueden encontrar en formato simple o combinados con otras substancias y, tal como comentábamos antes, la elección será personal y concreta, porque no estamos hablando de enfermedades sino de personas.
Vitamina A: se suele tomar en forma de beta-carotenos. Favorece la formación de glóbulos blancos mejorando el sistema inmunitario y es muy importante para mantener sanas las mucosas, una de las principales barreras físicas contra las infecciones. Al ser una vitamina liposoluble se debe controlar su consumo.
Vitamina E: tiene un gran poder antioxidante e inmunoestimulante, mejora el sistema de defensa y protege al organismo frente a las enfermedades infecciosas y las cardiovasculares. Como en el caso anterior al ser una vitamina liposoluble debe controlarse su consumo.
Vitamina C: esta es la vitamina de elección para tomar durante el invierno, ya que además de ser un potente antioxidante, favorece la absorción del hierro de los alimentos previniendo la anemia, favorece la regeneración de la piel y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Probióticos y prebióticos: mantener una flora intestinal sana es fundamental para tener un estado óptimo de salud, tanto a nivel nutricional como a nivel inmunológico, por tanto, en aquellas situaciones que el balance de la flora se pueda ver alterado, (como cuando se toman antibióticos) habrá que reforzarla con prebióticos (el alimento de la flora bacteriana del intestino) y/o probióticos (suplementación de bacterias vivas).
Equinácea: la equinácea es una planta conocida por su capacidad de estimular el sistema inmunológico ayudando a prevenir los resfriados y la gripe. También ayuda a mejorar la bronquitis, la candidiasis y el herpes.
Zinc: el zinc tiene un papel muy destacado en todo el organismo y es importante para mantener la piel, el sistema nervioso, la fertilidad masculina y el sistema inmunitario en estado óptimo. Cada vez existen más suplementos con este mineral.
Própolis: es una sustancia elaborada por las abejas que actúa como antiséptico, antiviral y antiinflamatorio. Se utiliza para prevenir y tratar los resfriados, las afecciones de las vías respiratorias altas y la gripe.
Betaglucanos: son polisacáridos que se obtienen a partir de determinados hongos y que tienen una importante actividad inmunomoduladora. Cada vez más se incluyen en preparados para prevenir y tratar los resfriados, la gripe y las afecciones de las vías respiratorias altas.
Estos son algunos de los suplementos naturales más comunes que se pueden encontrar en el mercado dirigidos a mejorar o evitar las gripes y resfriados y, aunque son seguros, es importante que ante la duda se consulte a un profesional de la salud que indicará cuál es el más adecuado para cada persona.
Sandra Torrades Oliva
Llicenciada en Biologia i Terapeuta Floral