La palabra Rooibos proviene del idioma afrikaans (lengua derivada del neerlandés) que significa «arbusto rojo». Crece de forma silvestre en la sabana de Namibia, pero también en regiones de Sudáfrica y Botswana. Rooibos es un arbusto que puede alcanzar una altura de unos dos metros, de hojas de un color verde brillante y de flores pequeñas y amarillas.
Aunque reciba el nombre de té, es necesario aclarar que es una infusión que no contiene teína, que tiene un sabor muy parecido al té «normal» y que proviene de la planta Camelia sinensis, originaria de Oriente. Los holandeses establecidos en Suráfrica en el siglo XVIII consiguieron elaborarlo de forma que sustituyera al té negro, ya que buscaban una alternativa que se pareciera pero con la ventaja de que fuera más económica.
Con las hojas elaboradas se consigue té rojo, que toma este color con la fermentación de las mismas. Se cultiva de forma intensiva en la región occidental de África del Sur. En esta área relativamente seca, las pendientes de las montañas de Winterhoek y de Cedarberg proporcionan las condiciones perfectas para el crecimiento de la planta que crece en suelo arenoso aunque bajo en acidez y que mantiene la humedad de las lluvias del invierno.
Los granjeros de la región han tomado té Rooibos desde muy antiguo, pero su explotación comercial comenzó a principios del siglo XX, cuando un pionero, Benjamin Ginsberg, inmigrante de Rusia, observó que la bebida que tomaba la gente del sitio tenía un gran potencial. La familia de Ginsberg había estado en el negocio del té durante muchos años. Los métodos de cultivo fueron desarrollados y debido a una gran escasez de té de Ceilán durante la Segunda Guerra Mundial aumentó la producción, siendo hoy una parte importante de la economía de la región en los distritos de Clanwilliam, Citrusdal, Van Rhynsdorp y Calvinia.
El té Rooibos debe su popularidad a su sabor, muy parecido como se ha dicho al del té negro, pues el Rooibos al no contener cafeína ni ácidos tánicos tiene una tolerabilidad insuperable. Su gran contenido en vitaminas y minerales lo hace una bebida muy saludable que proporciona calcio, hierro, potasio, zinc, magnesio y sodio.
Un estudio de 2011(https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20833235/) informa que cuarenta personas con riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares tomaron seis tazas diarias de té Rooibos durante seis semanas. Al final de este período, los participantes habían reducido significativamente los niveles de lipoproteína de baja densidad o colesterol «malo» y aumentaron significativamente los niveles de lipoproteína de alta densidad, o «bueno», en comparación con el grupo control.
El té Rooibos también puede mejorar la salud del corazón mediante la inhibición de la enzima convertidora de la angiotensina (ACE), que aumenta la presión arterial. Un pequeño estudio, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20144258/ informó que el té Rooibos inhibió la actividad del ACE entre 30 y 60 minutos después del consumo.
En África del Sur lo toman para aliviar algunas enfermedades como dolores de estómago, vómitos, estreñimiento, síntomas alérgicos, asma y fiebre del heno. Asimismo, lo toman como coadyuvante en dietas para adelgazar. Su contenido en ácidos alfa hidroxilos y magnesio, ayuda a mantener la piel y el sistema nervioso sanos.
Muchos amantes del té Rooibos disfrutan de la bebida sola, sin agregar ningún otro ingrediente aunque se le puede añadir leche, miel, azúcar, limón o incluso algo de té negro aromatizado con bergamota, manzana o frutas. En las reuniones sociales de Sudáfrica, se sirve a menudo frío y mezclado con zumo de fruta vino tinto o champán.
Montserrat Alsina Márquez