Una de las mejores alternativas para vencer la adicción al azúcar es comer fruta. La fruta nos aporta energía -además de fibra, vitaminas y minerales- nos sacia, mantiene los niveles de glucosa en sangre y evita la necesidad de seguir picando dulces que sólo aportan calorías vacías que perjudican seriamente nuestra salud.
Actualmente, comer de forma saludable se ha convertido en todo un reto. La industria alimentaria abusa del azúcar en todo tipo de productos; salsas que denominan naturales, leches y preparados infantiles, embutidos, galletas, zumos de fruta, bebidas isotónicas, entre muchos otros, prácticamente todos los productos preparados y envasados llevan algún tipo de azúcar añadido.
No todos los azúcares son perjudiciales, los azúcares naturales que nos aportan los carbohidratos – pasta y arroz- son imprescindibles, sin este tipo de azúcares nos sentiríamos débiles y sin energía. Cuando hablamos de azúcares refinados estamos hablando de los azúcares añadidos artificialmente a los alimentos para hacerlos más dulces. Los azúcares refinados o de otras variedades disparan el índice de glucosa en sangre, y obligan a nuestro cuerpo a hacer un sobreesfuerzo que a la larga puede ser muy perjudicial para nuestra salud.
¿POR QUÉ SON PERJUDICIALES ESTE TIPO DE AZÚCARES REFINADOS?
Los azúcares refinados van directamente a la sangre produciendo una fuerte subida de glucosa que aporta energía inmediata y una agradable sensación de bienestar. Desgraciadamente estos niveles tan altos de azúcar son perjudiciales y el cuerpo debe contrarrestarlos rápidamente aumentando la síntesis de insulina que facilitará la absorción de esta glucosa por parte de las células. Se produce una subida muy rápida de azúcar en sangre, pero también una bajada muy brusca y entonces tenemos la necesidad de volver a comer dulce y lo más puro posible.
Si esta acción se repite durante mucho tiempo, se produce un desgaste pancreático y hepático, además de una alteración hormonal y metabólica que puede derivar en problemas graves de salud como la diabetes.
Esto no ocurre con los azúcares naturales que van acompañados de fibra, vitaminas y minerales, que aparte de nutrirnos hacen que la asimilación del azúcar (glucosa) sea más lenta y el ciclo energético se mantenga más constante de forma natural.
¿QUÉ PUEDO HACER PARA SUPERAR LA ADICCIÓN AL AZÚCAR?
El primer paso es tomar conciencia de que los azúcares refinados y añadidos son realmente muy perjudiciales para nuestra salud. No sólo se trata de si nos engordan o no, sino que este tipo de azúcares afectan gravemente el metabolismo celular, suponen un sobreesfuerzo para nuestro hígado y páncreas y a la larga pueden ser la causa de diabetes, problemas cardiovasculares e incluso determinados tipo de cáncer.
Cuando tenemos la sensación de que el cuerpo nos pide azúcar lo que necesitamos realmente es energía. Llevar una dieta equilibrada y variada, con la cantidad suficiente de carbohidratos -optando por pastas y arroces integrales- y grasas saludables que nos aporten ácidos grasos esenciales -como los frutos secos, aguacate y semillas variadas- evitará que tengamos estos impulsos de comer dulce.
De entrada se te puede hacer difícil eliminar el azúcar que añades al café, a las infusiones o los zumos naturales, en este caso opta por otras variedades de azúcar que tienen un índice de glucemia más bajo como la panela, el azúcar de coco o la miel. Una muy buena opción para las infusiones es añadir estevia en hoja, que aparte de endulzar la infusión, tiene numerosos beneficios, entre ellos regular los niveles de glucosa en sangre. Descarta otros edulcorantes artificiales como la sacarina, los efectos perjudiciales de este tipo de edulcorante requieren un artículo aparte. Elimina los refrescos industriales, la bollería, salsas, galletas y platos preparados. Y si vas al súper lee etiquetas, no te fíes de determinadas presentaciones Bio o Naturales. Te sorprenderá ver la cantidad de productos que llevan azúcares añadidos.
Quizás te parecerá una tontería pero no compres lo que no quieras comer. Si lo tenemos en la nevera o en la despensa la tentación está demasiado cercana en momentos de debilidad, y si lo compras por las visitas, piensa que las visitas también pueden comer frutos secos, fruta o prepara una torta casera, ¡les harás un favor!
Evitar el azúcar también supone hacer algunos cambios de hábitos, como el café con dos cucharadas de azúcar, la pizca de chocolate después de cenar o el vaso de leche antes de ir a dormir. Revisa si tienes algún hábito que conlleva tomar azúcar refinado añadido a diario y recuerda que, como todos los hábitos, la manera de cambiarlos es dando alternativas a la mente. Aprender a gestionar correctamente las frustraciones y mejorar la autoestima es clave para cambiar hábitos que te perjudican.
Detrás de cualquier adicción hay una o varias emociones que no somos capaces de gestionar correctamente y que nos provocan estrés, angustia y malestar. Desde las terapias naturales tenemos muchas opciones para reconocer y aprender a gestionar y transformar las emociones, como las Flores de Bach, la Reflexología podal, la acupuntura y los masajes profundos, entre muchas otras.
En resumen, llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio moderado de forma regular y practicar alguna disciplina como el yoga que te permita calmar la mente, para gestionar mejor el estrés, evitarán que tengas impulsos perjudiciales hacia tu propio cuerpo. Recuerda que tomar azúcares refinados es atentar contra tu propia salud y bienestar.
Sandra Torrades Oliva